viernes, 1 de octubre de 2010

1.- HISTORIA

LIMA, hace más de 400 años, fue llamada Ciudad de los Reyes por el conquistador Francisco Pizarro. Hoy, aquella misma ciudad que surgió sobre las tierras del cacique indígena Taulichusco, es una metrópoli de más de 7 millones de habitantes, que conserva con orgullo sus conventos y casonas coloniales, símbolos de su añeja e hidalga tradición.

Fundada el 18 de enero de 1535, Lima, la capital del Perú, es una ciudad moderna en constante crecimiento, pero que ha sabido mantener al mismo tiempo, la riqueza de su Centro Histórico, declarado por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad, por ser un remanso encantador de una época pasada, copado de incomparables monumentos artísticos.

La Catedral, que comenzó a construirse el mismo día de la fundación de la ciudad; la Iglesia y Convento de San Francisco, considerado por su unidad de volumen y color el conjunto arquitectónico más logrado de hispanoamérica, y Santo Domingo, con un hermoso claustro principal, son sólo algunas de las joyas de incalculable valor de la vieja Lima.

Y así como las iglesias de Lima evidencian la fe de su pueblo, las Casonas limeñas, como la Casa Aliaga, constuida sobre el adoratorio al curaca Taulichusco; la Casa Goyoneche o Rada, de clara influencia francesa; y el Palacio de Torre Tagle, la más bella mansión de principios del siglo XVIII; simbolizan el esplendor y el boato de la vida virreinal.

Ubicada en las márgenes del río Rímac y acariciada por las aguas del Pacífico, la ciudad de Lima guarda también evidencias del periodo de la época prehispánica, siendo los más importante el gran santuario de Pachacamac, en el que se rendía culto al Dios del mismo nombre; y la huaca Pucllana, en el distrito de Miraflores, un importante centro administrativo de la cultura Lima (400 d.C.).
Por sus raíces indígenas de las que heredó su nombre -proviene de la palabra aymara lima-limac o limac-huayta que designa a una flor amarilla; o del quechua rimac, que significa hablador- su pasado colonial que le inculcó su fe, su toque de modernidad que la proyecta al futuro, y por su carácter festivo que colorea su sempiterno cielo gris, Lima, siempre será, la Ciudad de los Reyes.


ATRACIONES EN LIMA

En Lima nunca hay tiempo muerto para el viajero. Hay tantos rincones por conocer y descubrir, que se tiene la impresión de que las horas "se pasan volando", como diría más de un limeño.Por eso, cuando visite la Ciudad de los Reyes, trate de aprovechar al máximo su tiempo, para que pueda recorrer el Centro Histórico con sus antiguas casonas y sus imponentes conventos e iglesias; sus restos pre-colombinos, sus museos y plazas; y también, la Lima moderna, con sus grandes edificios y sus infinitas luces de neón, que animan
la vida nocturna.
CENTRO HISTÓRICO EN LIMA

Catedral de Lima:
Se encuentra en la Plaza Mayor y comenzó a construirse el mismo día de la fundación de la ciudad, 18 de enero de 1535. Originalmente, fue un templo modesto, pero en 1564 el alarife Jerónimo de Loayza, diseñó un templo de grandes dimensiones, parecido a la Catedral de Sevilla.
En su interior destaca la sillería del coro, la capilla churrigueresca de la Inmaculada y el Cristo de Marfil donado por Carlos V, rey de España. Se encuentran también los restos de Francisco Pizarro.

Santo Domingo:
Es el convento más antiguo y por sus características arquitectónicas es uno de los rincones más armónicos de la ciudad. Está conformado por una sucesión de claustros y patios en torno de los cuales se distribuyen áreas de servicio y estancias comunitarias. A la derecha de su altar mayor, se encuentran los restos de Santa Rosa de Lima, San Martín de Porres y del Beato Juan Masías.

San Francisco:
Por su magnífica unidad de volumen y color, este conjunto arquitectónico es considerado como el ambiente monumental más logrado de Hispanoamérica. Su construcción se inició en 1542 y concluyó en 1674.

El convento, los claustros y la portería, están adornados con azulejos sevillanos y, debajo de ellos, existen galerías subterráneas o catacumbas que, en la época virreinal, sirvieron como cementerio


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